jueves, 19 de mayo de 2011

MAPA

Mapa de Agricultura y Vegetación

La vegetación en el estado de Sinaloa está vinculada a diversos factores ecológicos que interactúan entre sí, de tal manera que dan lugar a muy variadas formas de vida. Paralela a la línea de costa se extiende una angosta planicie, con suelos profundos y fértiles donde se desarrolla Agricultura, en algunos lugares la planicie es interrumpida por lomeríos con suelos delgados y pedregosos donde prospera el Matorral, con predominio de elementos de zonas áridas, este tipo de matorral -denominado sarcocaule- está caracterizado por la presencia de arbustos con tallos carnosos; conforme se aleja la costa y se penetra hacia el continente, el relieve cambia y aparece la zona montañosa, al ascender en ella la precipitación aumenta y la temperatura se vuelve menos extremosa, ahí se desarrolla la Selva baja caducifolia, con elementos arbóreos no muy altos, entre 4 y 15 m de altura y follaje caedizo durante la época seca del año; en los lugares más altos de las sierras sinaloenses, las temperaturas se vuelven más frescas y la lluvia se incrementa, este ecosistema es propicio para el desarrollo del Bosque templado. El bosque que ocupa el piso altitudinal de este tipo de vegetación es el de encino, al continuar ascendiendo aparecen los bosques mixtos de encinos y pinos, y en los lugares más altos de la sierra dominan las masas puras de pinos. En los terrenos cercanos a la costa existen numerosas lagunas y esteros de aguas salobres, ahí se establece el manglar y en lugares aledaños se encuentra la vegetación halófila, propia de suelos salinos.
Sinaloa es una de las entidades agrícolas más importantes del país, la agricultura se concentra en la llanura costera; donde las precipitaciones son insuficientes para satisfacer las necesidades hídricas de los cultivos, por ello la mayoría de las tierras cuenta con infraestructura para riego, cuyos principales cultivos de este tipo son: caña de azúcar, maíz, frijol, papa, cártamo, soya, algodón, etc.; hacia el pie de la sierra, los terrenos sostienen agricultura de temporal, con la cual se produce principalmente sorgo, maíz, garbanzo, pastos, cártamo y mango, entre otros.

HISTORIA DE LA AGRICULTURA EN SINALOA

La agricultura


El parteaguas de la historia de la agricultura sinaloense es la reforma agraria de 1934 a 1940, porque eliminó el latifundio, protegió la pequeña propiedad y abrió una nueva vía para el desarrollo agrícola: el ejido colectivo. Ejidatarios y pequeños propietarios fueron los protagonistas de esta historia cuya narración tomamos, principalmente, de las obras del investigador Hubert Carton de Grammont que están reseñadas en la bibliografía.
Con el presidente Cárdenas también empezó otro capítulo en la historia de la agricultura sinaloense, pues se abrió la era de las cuantiosas inversiones del gobierno federal en obras de infraestructura hidráulica. En 1939 se inició la construcción de la presa Sanalona sobre el Río Tamazula, que fue terminada en 1948 y aumentó la superficie irrigada de 31 000 a 94 000 hectáreas en el Valle de Culiacán. Durante el sexenio de Manuel Ávila Camacho (1940-1946) continuaron las obras de construcción y se excavaron tres grandes canales: el de Bamoa, en Guasave, el Antonio Rosales, en el Valle de Culiacán, y el SICAE, en el valle del Río Fuerte. Durante el gobierno de Miguel Alemán (1946-1952) la Comisión Nacional de Irrigación se transformó en la Secretaría de Recursos Hidráulicos, lo que dio mayor coherencia a la política de irrigación a nivel nacional. Se inauguró la presa Sanalona, se construyó una presa derivadora sobre el Río Culiacán, se renovaron los canales de Guasave y se creó la Comisión del Río Fuerte para la construcción de la presa Miguel Hidalgo y del sistema hidráulico del mismo río. En el periodo gubernamental de Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958) se amplió la capacidad de la presa Sanalona, se inició la construcción de la presa sobre el Río Humaya y de una presa derivadora en el Río San Lorenzo. En 1956 se inauguró la presa Miguel Hidalgo, la de mayor capacidad en Sinaloa.
A lo largo de las gestiones de los presidentes Adolfo López Mateos (1958-1964) y Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) se construyó y se puso en operación la presa del Río Humaya, se elevó la cortina de la presa Miguel Hidalgo y se construyó la presa Josefa Ortiz de Domínguez sobre el arroyo de Álamos. Por estas fechas, la superficie irrigada alcanzó la cifra de 413 944 hectáreas. Durante los sexenios de Luis Echeverría (1970-1976) y de José López Portillo (1976-1982) se redujo notablemente la inversión federal en Sinaloa, pero no se suspendió. Con los presidentes Miguel de la Madrid (1982-1988) y Carlos Salinas de Gortari (1988-1992) se intensificaron las obras de riego. Entre 1970 y 1990 se duplicó la superficie irrigada gracias a la construcción de otras presas: la de Bacurato (Gustavo Díaz Ordaz), sobre el Río Sinaloa, el Sabinal (ingeniero Guillermo Blake Aguilar) en el Río Ocoroni, el Comedero (José López Portillo) en el Río San Lorenzo, y se inició la construcción de otras presas como la de Huites, Eustaquio Buelna, Vinorama, El Salto, Santa María y El Tamarindo, como se aprecia en el mapa I.2.
Las tierras irrigadas se distribuyeron entre los ejidatarios y los agricultores privados en proporción aproximada de 40% para el sector privado y 60% para el ejidal, En 1975 había 37 284 ejidatarios en los distritos de riego, con una superficie cultivable de 8.56 hectáreas por ejidatario en promedio; los pequeños propietarios eran 9 621, con una superficie promedio de 24.4 hectáreas por persona. En tierras de temporal, tanto en la planicie como en la sierra, había 73 015 ejidatarios que disponían de 7.35 hectáreas, en promedio, cada uno, y también había 15 379 pequeños propietarios con 23.9 hectáreas por persona.
La competencia por la propiedad de la tierra produjo en Sinaloa violentos enfrentamientos entre el sector ejidal y el de los agricultores privados, aunque ambos, por su filiación política, eran afines al estado: los ejidatarios integrados en la Confederación Nacional Campesina (CNC) y los agricultores privados afiliados a la Confederación Nacional de la Pequeña Propiedad (CNPP).Los principales momentos de esta lucha fueron 1958, 1967-1968 y, principalmente, los años de 1972 a 1976. La lucha de 1958 surgió con motivo de la apertura de la presa El Varejonal, que irrigaría 125 000 hectáreas en el valle del Río Culiacán. Aquí intervino una organización campesina no gubernamental, la Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM),encabezada por Jacinto López, cuyos afiliados invadieron las tierras que serían abiertas al cultivo. El gobierno federal, aunque prefería impulsar la agricultura privada, se vio obligado a favorecer a los agraristas, pero no a los de la UGOCM, sino que trasladó campesinos michoacanos, afiliados a la CNC, para dotarlos de tierras ejidales. En 1967 ocurrió la invasión del predio El Alhuate, propiedad de la familia Redo, con 10 000 hectáreas de extensión, aunque fraccionado en 81 lotes con certificados de inafectabilidad expedidos durante el gobierno de Miguel Alemán. La Suprema Corte de Justicia de la Nación falló en favor de los 81 pequeños propietarios, pero los campesinos, apoyados por el gobernador Leopoldo Sánchez Celis, insistieron en sus demandas, y la familia Redo entregó el predio al presidente Gustavo Díaz Ordaz para que se repartiera.
Hacia 1970 se agudizaron las tensiones entre los sectores campesino y privado. Los propietarios particulares subdividieron legalmente sus tierras para prevenir cualquier afectación, aunque algunas subdivisiones encubrían latifundios. También por estas fechas se generalizó el acceso de los agricultores privados a las tierras ejidales, por renta o por asociación en participación, que consistía en la asociación de un ejidatario con un agricultor privado para la explotación común de la tierra, con un contrato por el que el ejidatario aportaba tierra y trabajo y el agricultor ponía tierra y capital. Esta asociación fue legalizada por la Ley de Fomento Agropercuario de 1980. La renta de tierras ejidales fue ilegal hasta la reforma del ejido de Carlos Salinas de Gortari en 1992.
Como señalamos, el más grave de los conflictos por la propiedad de la tierra lo libraron los agricultores sinaloenses durante el régimen del presidente Luis Echeverría, entre 1972 y 1976, porque se radicalizó el movimiento campesino en Sinaloa y Sonora. Para legitimarse ante los campesinos, en 1973 el presidente decidió afectar tierras de agricultores de ambos estados, lo que provocó fuertes reacciones del sector particular. El gobierno alentó la invasión de 50 000 hectáreas de riego en el valle del Río Culiacán. Los agricultores respondieron con paros y con una intensa campaña de propaganda, a nivel nacional, por medio de la cual consiguieron el apoyo de la burguesía. de todo el país. El 18 de noviembre de 1976, 12 días antes de terminar su periodo, Echeverría expropió 37 131 hectáreas de riego y 65 655 hectáreas de agostadero en el valle del Yaqui; los agricultores de Culiacán ofrecieron 13 500 hectáreas para su distribución entre los campesinos, cosa que el gobierno aceptó. Los agricultores sinaloenses salieron mejor librados que los sonorenses, en cuanto a la pérdida de tierras, pero ambos adquirieron mayor fuerza política y se ligaron a las organizaciones cupulares de la burguesía nacional. En esta lucha destacó como líder de los agricultores sinaloenses el ingeniero Manuel de Jesús Clouthier, quien llegó a las más altas esferas políticas y participó como candidato del PAN en las elecciones presidenciales de 1988.
Otro cambio muy importante en el sector agrícola sinaloense después de 1940 fue la aparición de la empresa agrícola, una compleja organización muy tecnificada, con fuertes requerimientos de inversión de capital para la producción masiva de frutos agricolas. La agricultura se transformó en un negocio, como los demás del sistema capitalista, cuyo objetivo principal es la producción de utilidades, más que de alimentos. Este cambio ocurrió, principalmente, entre los productores de hortalizas para la exportación, todos ellos del sector privado. El censo de 1970 indica que había 100 empresas exportadoras de hortalizas, de las cuales ocho podían ser consideradas grandes empresas capitalistas. Pero no todos los productores privados se transformaron en empresarios, y muchos de ellos continuaron como productores en pequeña escala y en forma tradicional, sin inversiones de consideración. En el sector ejidal también hubo empresarios agrícolas, aunque en su mayor parte fueron pequeños productores. El mismo censo de 1970 indica que el sector privado absorbió 79% del total de las inversiones agrícolas, y que la mayor parte de éstas se dedicaron a la producción de hortalizas para la exportación.
En el periodo posterior a 1940 hubo también algunas innovaciones que afectaron directamente el sector agrícola o que repercutieron sobre él. Un importante avance fue la llamada "revolución verde", que aumentó la productividad de algunas especies vegetales. Otros fueron el mejoramiento de las técnicas para el cultivo del algodón, la introducción de nuevos cultivos como el sorgo, el cártamo y el tomate de vara, y en otro sentido la construcción de la carretera Guadalajara-Nogales, terminada en 1952, que permitió comunicaciones más rápidas hacia los Estados Unidos y al centro del país.

AGRONOMIA:

Agronomía (del latín ager, 'campo', y del griego νόμοςnomos, 'ley'), denominada también como ingeniería agronómica, es el conjunto de conocimientos de diversas ciencias aplicadas que rigen la práctica de la agricultura y la ganadería. Es la ciencia cuyo objetivo es mejorar la calidad de los procesos de la producción agrícola fundamentada en principios científicos y tecnológicos; estudia los factores físicos, químicos, biológicos, económicos y sociales que influyen o afectan al proceso productivo. Su objeto de estudio es el fenómeno complejo o proceso social del agroecosistema, entendido éste como el modelo específico de intervención del hombre en la naturaleza, con fines de producción de alimentos y materia prima.

AGRICULTURA DE SINALOA

Agricultura


En Sinaloa la actividad económica se sustenta principalmente en su agricultura. Desde hace cuatro décadas practica la agricultura más tecnificada y moderna del país, su alta productividad le permite participar en los mercados internacionales como exportador de productos frescos de origen hortifrutícola, las que representan mas del 65 % de las exportaciones totales que realiza Sinaloa.

Aproximadamente el 97 % de las exportaciones de hortalizas, legumbres y frutas que el estado realiza son enviadas a Estados Unidos, el resto es para cubrir parcialmente los mercados de Canadá, España, Francia, Italia, Suiza, Argentina, Alemania, Holanda, Bélgica, Japón y Colombia.
Zona portuaria en Ahome, Sin.
Sinaloa también es importante como productor agrícola nacional, se producen mas de 8 millones de toneladas anuales. A nivel nacional participa en los primeros lugares en hortalizas (pepino, tomate, calabaza, chile y berenjena), frutas (mango, melón y sandía), maíz, frijol, soya, cártamo, arroz, trigo y sorgo.
El estado de Sinaloa ocupa uno de los primeros lugares en la producción de tomate.
A pesar de la problemática económica, Sinaloa mantiene su liderazgo en la producción de alimentos básicos, generación de divisas agrícolas y niveles de empleo.
La posición que ocupa la entidad en la producción nacional según el tipo de cultivo es la siguiente:
Los cultivos de hortalizas y maíz, con una producción de un millón 700 mil toneladas y alrededor de 2 millones 700 mil toneladas respectivamente, merecieron el primer lugar a nivel nacional en la cosecha 1997; en el caso de soya, cártamo y arroz, el segundo y en la producción de frijol el tercero.
Cabe destacar que en 1997 los productores del estado, resultaron favorecidos con apoyos del orden de 218 millones de pesos, para desarrollar programas de cambios y avances tecnológicos en la estructura del campo, que finalmente lleva al incremento de los rendimientos de producción, así como el uso eficiente de los recursos naturales, tal es el caso de los programas de ferti-irrigación donde se beneficiaron 5 mil hectáreas de riego por goteo, 2 mil hectáreas de riego por aspersión y mil 500 hectáreas de riego entubado; en el caso de la mecanización del campo hubo apoyos para la adquisición de tractores nuevos, reparación para otros por encontrarse en mal estado, así como la adquisición de equipo de alta precisión como sembradoras y equipos de labranza, asimismo se apoyaron programas de investigación y transferencia de tecnología y modernización de distritos de riego.
Con el propósito de difundir tecnologías de punta se celebran año tras año exposiciones agrícolas a través de las cuales se dan a conocer innovaciones tecnológicas como son maquinaria e implementos agrícolas de alta precisión, sistemas de riego presurizado y agroquímicos avanzados, siendo la mas importante la "Expo Agro Sinaloa".
Actualmente se apoya a los horticultores sinaloenses para que no existan obstáculos para la comercialización de sus productos en los Estados Unidos de Norteamérica que puedan demeritar esta importante actividad productiva. En 1997, se exportaron 760 mil toneladas de productos hortifrutícolas generando divisas por 580 millones de dólares y un importante efecto en empleos directos e indirectos.